Adicciones

Se llama adicción al “hábito de conductas peligrosas o de consumo de determinados productos, en especial drogas, y del que no se puede prescindir o resulta muy difícil hacerlo por razones de dependencia psicológica o incluso fisiológica”.

Se trata por tanto, de una enfermedad crónica del cerebro que se caracteriza por una búsqueda patológica de la recompensa y alivio a través del uso de una sustancia u otras conductas.

Normalmente cuando hablamos de adicciones la asociamos directamente a droga: Sustancia que se utiliza con la intención de actuar sobre el sistema nervioso con el fin de potenciar el desarrollo físico o intelectual, de alterar el estado de ánimo o de experimentar nuevas sensaciones, y cuyo consumo reiterado puede crear dependencia o puede tener efectos secundarios indeseados.

Cuando las personas  empiezan a consumir drogas, no tienen la intención de convertirse en adictos. Les gusta cómo la droga los hace sentir y piensan que pueden controlar cuánto y con qué frecuencia toman la droga. Sin embargo, el poder que alcanza en nuestro organismo y en nuestra vida tiene graves implicaciones:

  • La adicción es una enfermedad mental
  • Las drogas cambian cómo funciona el cerebro
  • Estos cambios pueden permanecer por mucho tiempo
  • Pueden causar problemas como cambios de humor, pérdida de memoria, incluso problemas para pensar y tomar decisiones

Características de la adicción

  • Pérdida de control, la adicción dirige nuestra vida.
  • Dependencia psicológica, realizando un uso abusivo y compulsivo a pesar de las consecuencias negativas. Resulta imposible dejarlo.
  • Pérdida de interés de otras actividades que anteriormente eran gratificantes.
  • Perjudica nuestra vida diaria: problemas laborales, sociales o de salud.

Existen varios conceptos relacionados con las adicciones y que merecen una aclaración. La tolerancia a una droga se produce cuando una persona consume de una forma continuada y su organismo se habitúa a ella. Como consecuencia, se desarrolla un proceso psicológico y físico que hace necesario aumentar la dosis de forma progresiva para conseguir los mismos resultados o efectos, y que puede dar lugar a un Síndrome de Abstinencia (coloquialmente llamado “mono”).

La clave para la prevención pasa por dotar de competencias sociales (entrenamiento en toma de decisiones, aprender a decir “no” o habilidades para resistir la presión de grupo) a los jóvenes, además de una adecuada información sobre adicciones y sus consecuencias.